jueves, 7 de abril de 2011

Kanchanaburi




Desde que mi  teléfono-cámara-mp3-radio-etcetc  se suicidó en un inodoro de Ucrania no disponía de un reproductor de  música portátil, así que iba siendo hora, me he comprado un reproductor mp3 y en el escucho los podcast de siglo 21 todos los días entre las doce y la una, por eso de la tradición. Cuento esto porque paseando por Bangkok el otro día, en un podcast del mes de Febrero creo, pusieron el tema “Unluck” del disco de James  Blake que  es acojonantemente bueno, la combinación de música con el paseo por las calles  me resultó mágica, además el buzón de voz cuando estás tan lejos de casa tiene un valor especial.¡ Larga vida a radio 3!


Nos pasamos en Bangkok una semana, a pesar de que teníamos solo pensado quedarnos dos o tres días para descansar. El tiempo empezó a ponerse feo por el Sur, la lluvia totalmente fuera de lugar en la estación seca y premonzónica, originó unas inundaciones que han dejado más de cincuenta muertos, miles de personas sin hogar y un autentico caos en las comunicaciones, lo que ha frustrado nuestros planes de hacer una parada en Krabi camino de Malasia. Mientras esperamos que se arregle un poco la situación nos vamos a Kanchanaburi a orillas del rio Kwae, y que es conocido sobre todo  por hallarse aquí el famoso “puente sobre el rio Kwae”, que dio nombre a la película de David Lean   y que habrán pasado por la televisión un millón de veces. En Kanchanaburi aparte del rio y su entorno que es bastante chulo, hay unos parques naturales en los alrededores, fuentes termales y  varios museos que recuerdan la segunda guerra mundial. La mayor parte de las guest house tienen una terraza sobre el rio y son un buen lugar donde descansar  unos  días.  El mercado nocturno con sus puestos de comida es visita obligada, con gran variedad de comida a muy buen precio, otra de las cosas que nos gustó fue las casitas flotantes que se pueden alquilar y son remolcadas rio arriba y rio abajo, y sí, nos acordamos de nuestros amigos y de lo bien que estaría pillarse una y organizar una buena fiesta flotante.




El tiempo en el Sur no mejora y la previsión es de lluvia para toda la semana, así que decidimos no esperar más y nos ponemos en ruta, escogemos Prachuap Khiri Khan para hacer el primer alto en el camino, es una ciudad pequeña en el Golfo de Tailandia y poco turística, aquí todavía no llueve y aprovechamos para pasar el día en la playa de Ao Manao, que tiene la particularidad que para acceder a ella hay que atravesar una base militar. Otro lugar curioso es el templo Khao Chong Krajock situado sobre una colina  y  con unas vistas preciosas sobre la bahía y la ciudad , el camino hacia el templo son cuatrocientos escalones plagados de monos y de sus excrecencias. Tenemos que armarnos de valor porque algunos se ponen chungos gruñen y nos enseñan los dientes, en la bajada  encontramos el camino bloqueado y no se me ocurre otra cosa que coger una piedra por si acaso y la situación se complica, porque lo interpretan como una agresión y uno de ellos grandote  nos  enseña los dientes y farfulla una amenaza, mientras sus colegas salen corriendo hacia nosotros que retrocedemos escaleras arriba, que triste final acabar devorados por una jauría( ¿ se dice jauría?) de monos, esperamos unos  minutos con la esperanza de  que no sean rencorosos y se les olviden nuestras rencillas,  bastante acojonados y pegaditos a la barandilla para no molestar  intentamos pasar por donde reposan nuestros recientes enemigos, cosa que hacemos sin mayores sobresaltos que los provocados por los monos más jóvenes que se acercan con curiosidad. Respiramos hondo.

Kool and the gang

Seguimos hacia el Sur y nos bajamos en Chumpon la última estación a la que llega el tren, ya que más abajo está cortado por las inundaciones, desde aquí hay que seguir en autobús muy a nuestro pesar ya que además de más caro, es más aburrido y mucho menos romántico que el tren, en total pagamos por un billete a Hat Yai, ciudad fronteriza con Malasia lo mismo que por todo el trayecto en tren desde Ventiane a Chumpon.



Dejamos Tailandia con mejores sensaciones que la primera vez, la verdad que es un buen destino para unas vacaciones, resulta todo muy fácil aquí,  dejamos el país de las cremas blanqueadoras, de los mercados, de la excelente gastronomía, de los transexuales, del budismo y del pussy ping-pong y llegamos a Malasia, país con mayoría islámica lo que como poco significa dos cosas negativas: mujeres tapadas y cerveza cara.

1 comentario:

  1. Veenga, vaaale. Voy a levantaros la maldición que os eché encima por presumir de que llevabais meses sin ver llover. Los enjambres de monos son peligrosísimos, Patri y yo tuvimos que matar montones de esos bichos en Chiang Mai. Lo peor en todo caso era cuando también aparecía una rata y teníamos que salir corriendo. El pussy ping-pong a Patri y a mi nos pareció un poco repetitivo, al igual que el pussy cigarrete smoking o el pussy nut cracking. Definitivamente la gastronomía está mucho mejor.

    ResponderEliminar