jueves, 23 de septiembre de 2010

Estambul

Atatürk y Öcalan, mezquitas y palacios, barbudos y tiazas, chulazos y burkas, kebabs y tés, islam y laicismo, tradición y modernidad, el gran bazar y el de las especias, bigotes y escotes, mucha policía y pocos chorizos, Pamuk y Labordeta, Beksitas y Galatasaray, Los pitidos de los taxistas y el ruido de los bares,  Faemino y Cansado.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Bulgaria

Curiosos los mapas y las fronteras, que para unir dos puntos cercanos en el mapa haya que dar rodeos indescriptibles hasta hallar el camino, más curioso aún el gremio de los taxistas, única especie que no cambia con los países, siempre dispuestos a cobrarte el doble de lo que vale la carrera si te ven perdido con una mochila a cuestas.
Reflexiones aparte, escogimos para entrar en Bulgaria desde Rumania, el paso fronterizo de Bechet-Orjahovo, pensando que sería romántico cruzar el  Danubio en barco, pues no, de romanticismo poco, cruzamos en una balsa atestada de camiones y una vez en Bulgaria no nos quedó otra opción que caminar hasta Orjahovo, pueblo descascarillado, en el cual nadie había arrancado una hormigonera después de la época de  Breznev al menos, tres horas y múltiples conversaciones de símbolos nos costó salir de allí.
Hicimos noche en Pleven, ciudad emblema del nacionalismo búlgaro, por ser aquí donde se inicio la revuelta contra los otomanos, como la mayor parte de los lectores de este blog saben, Bulgaria estuvo bajo la dominación turca  500 años, y fue el 11 de Setiembre de 1878 cuando los búlgaros con la ayuda imprescindible de los  rusos y rumanos  iniciaron la reconquista de su territorio y lograron la independencia. En Pleven, es visita imprescindible el Panorama, museo inaugurado en 1978, para rememorar el centenario de la revolución.
Siguiente parada en nuestro viaje hacia el Mar Negro, Veliko Tarnovo, una suerte de Cuenca encaramado en los meandros del rio Yantra, fortaleza medieval de Tsarevets y visita a Arbanassi nos mantienen ocupados.
Como tenemos ganas de descansar unos días antes del abordaje de Estambul, nos dirigimos hacia el Mar Negro menos turístico,  cerca ya de la frontera con Turquía y por recomendación de Adolfo. Llegamos a Sinemorets, pueblo costero enclavado dentro de un parque natural que todavía conserva playas no urbanizadas de aguas limpias color turquesa, gracias a que en tiempos de la URSS era parte de la zona de seguridad de la frontera. La crisis ha dado una prorroga a Sinemorets y muchos proyectos de macrohoteles se han paralizado, no obstante no impidió que en primera línea de costa  ocupando un lateral de la playa y con capital español hayan colocado un complejo hotelero de mas de 300 habitaciones, al mas puro estilo del Algarrobico en Cabo de Gata. La desvergüenza no conoce fronteras.
La gastronomía no resulta especialmente destacable, mucha patata,  carne y mucho queso, algunas variedades de ensalada con yogur, la inevitable rusa y musaka. Es de justicia decir que los tomates y pimientos mas ricos que hemos comido en mucho tiempo los hemos comido en Bulgaria. En la costa se come más pescado, ya a precios de euro, doradas , mejillones, pulpo y otras variedades de pescado que no logramos identificar, aunque a mi lo que mas me presta son las cervezas, muy ricas a precios mas que razonables
Si la entrada en Bulgaria fue curiosa no fue menos la salida, cruzando a pie el puesto fronterizo de Maliko Tarnovo frontera turca, los motivos que nos hicieron llegar a esa situación prefiero reservármelos y solo los hare públicos en presencia de una buena botella de vino. ¡salud!

sábado, 11 de septiembre de 2010

Brasov - Sibiu

Sibiu



Frontera Ucraniano-Rumana
En el trayecto de Chernivtsi hasta Suceava presenciamos una situación curiosa, salimos de la estación de autobuses solo seis viajeros pero a medida que llega la frontera van subiéndose grupos de mujeres con bolsas hasta llenar el autobús, hablan constantemente entre ellas, como amigos que se encuentran de camino a la oficina, oímos rollos de cinta plástica desplegarse rápidamente, de reojo veo como las más delgadas se ponen cinturones de cajetillas de tabaco en la cintura, una de ellas me dice que si le puedo pasar una bolsa, le digo que no, no sé lo que contiene y ella no habla inglés, ya en la aduana el conductor ordena echar todas las cortinas del autobús  y vemos movimientos de billetes entre ellas y el conductor y el revisor, supongo que es la comisión siempre necesaria del intermediario,  la policía nos dice que bajemos  todos del autobús … salvo nosotros dos, y un par de abuelas, el resto de los pasajeros se quedan en la aduana. Luego nos explicaron que es práctica habitual en la frontera, no sé lo que cuesta el tabaco pero la gasolina por ejemplo en Ucrania vale 70 céntimos de euro por litro.

De Suceava y como vamos con prisa por llegar a lo exótico, cogemos un tren hasta Brasov, nuestro primer destino dentro de Transilvania, aquí he de decir que la cagamos y deberíamos haber ido un poco más al Oeste hacía los Maramures una zona de montaña que todavía conserva mucho de autenticidad y vida rural,  pero la improvisación es lo que tiene, llegamos a Brasov después de 12 horas de tren, las inundaciones de este año han cortado muchas vías y carreteras y para hacer 350 kms, empleamos doce horas con cambio de tren incluido.
Brasov

Los días siguientes callejeamos por Brasov, hacemos la obligada visita al castillo de Bran, muy famoso por su relación con la novela Drácula de Bram Stoker. De ahí vamos a Moeciu de Sus(Moeciu de Arriba) pueblín a 15 kms de Bran con impresionantes montañas y bosques.
Abandonamos Moeciu, dirección Sibiu, último destino en Transilvania, otra ciudad muy recomendable,  con un casco antiguo impresionante, pasado alemán, fue fundada por colonos alemanes en el siglo XII,  la llamaron Hermannstadt y fue capital europea de la cultura en 2007.
Sibiu
Un par de elegantes
Pues igual es el ABS
Brasov
Bran
Moeciu de Sus
En definitiva abandonamos Rumanía con la sensación de que deberíamos dedicarle mucho más tiempo, quizás con vehículo propio para llegar a rincones más inaccesibles fuera del camino trillado, nos sorprendió la riqueza del paisaje y sobre todo la amabilidad de sus gentes, muy cercanos y siempre dispuestos a ayudarte.
Brasov

martes, 7 de septiembre de 2010

Chernivtsi

Chernivtsi está en la región de Bukovina, que comprende el Sur de Ucrania y el Norte de Rumanía, es una ciudad muy tranquila y acogedora, con un patrimonio arquitectónico impresionante por estos lares, perteneció al imperio Austrohúngaro  desde 1774 hasta 1918, lo cual dejo huella no solo en sus edificios, en los cuales se pueden ver reflejadas las distintas tendencias arquitectónicas europeas de la época, si nó también en sus gentes, que se consideran europeos y se sienten diferentes a los ucranianos del este, mas colonizados por Rusia.
Tuvimos la suerte de que nuestra estancia coincidiera con un fin de semana dedicado a la poesía alemana y ucraniana, lo cual haría las delicias de Leo, pero nosotros que no entendemos ni una ni otra lengua, pasamos un poco por alto los recitales y acudimos puntuales a los encuentros en la terraza de la universidad donde sirven vinos de la tierra, nobleza obliga.