martes, 15 de marzo de 2011

Muang Khua - Nong Khiaw


El trayecto entre Sapa y Bien Dien Phu, puerta de acceso a la frontera de Laos son nueve horas de autobús, cruzando por el puerto de mayor altitud de Vietnam el paso de Tram Tom a 1900 m desde el que se divisa la también mayor cumbre del país el Fansipan, la carretera está en malas condiciones pero atravesamos paisajes de montaña muy bonitos, y multitud de pueblos donde viven las minorías étnicas, así que resulta entretenido.
Bien Dien Phu es conocido por ser el lugar donde se libró una dura y casi definitiva batalla durante la guerra de independencia contra los franceses, la ciudad en si carece de demasiado atractivo,  cogemos un hotel enfrente de las estación de autobuses porque  el minibús que va a Laos sale a las cinco de la mañana.
 Ponemos fin a nuestra estancia en Vietnam con una última discusión con el conductor del minibús por la inexistencia de asientos libres, hay quince asientos y somos ya como veinte personas, todavía iremos recogiendo más gente en el camino hasta llenar el ultimo hueco hacinados entre cajas y equipajes, hombro con hombro, compartiendo  asientos, todos contentos. El trayecto entre Dien Bien Phu y Muan Khua son poco más de cien kilómetros, pero entre trámites de aduana y que la carretera es un infierno de polvo y piedras acaba llevándonos nueve horas. En la frontera nos encontramos con cinco canadienses en bicicleta, me acuerdo de Miguel y me da cierta envidia su autonomía, de hecho nos adelantan en la bajada y llegan poco después que nosotros al pueblo, en Bangkok voy a pedir presupuesto por una bici y unas alforjas.
 A las tres de la tarde entramos en Muang Khua, cansados pero con cierto sentimiento de camaradería entre los aproximadamente doce guiris y trece locales que veníamos en el minibús, la primera sorpresa es que nadie viene a comernos la cabeza con el alojamiento, nadie nos presiona para que entremos a sus locales o compremos dios sabe qué, así que elegimos una guest house a precio razonable y después de la necesaria ducha nos vamos a tomar una cerveza tranquilamente. Parece mentira como pueden cambiar las actitudes de las personas en tan corto espacio, la gente aquí a pesar de ser más pobre que sus vecinos vietnamitas, no sé si por timidez o por haber recibido otra educación, no te agobian, te puedes cruzar el pueblo sin que nadie te de la chapa lo que a estas alturas del viaje es una bendición.



Siguiendo el curso del rio Nam Ou, se nos plantean dos opciones, rio arriba y visitar Phongsaly, otra zona de montaña donde viven minorías étnicas, pero son ocho horas, el tiempo dicen que en esta época lluvioso y luego habría que volver sobre nuestros pasos, así que nos decidimos por la otra opción  rio abajo, llegamos a Nong Khiaw, buen destino para hacer una parada intermedia en el camino hacia Luang Prabang. En Laos al igual que pasó en Vietnam no dejan muchas oportunidades al viajero independiente, no hay mapas de la zona, puedes hacer un montón de cosas: kayak, escalada, trekking, bici de montaña, pero siempre con la supervisión de un guía local y con el pago de la tarifa establecida que no es pequeña, por un día de trekking son 20 euros por persona, kayak aproximadamente lo mismo. A pesar de las trabas alquilamos un par de bicis de montaña y nos hacemos una ruta muy chula desde Nong khiaw , atravesando campos de arroz, ríos , tramos de jungla y varias aldeas donde viven las minorías Hmong y Khamu.
Seguimos con nuestro ritmo de vida asiático, acostándonos a las nueve de la noche y despertando a las seis con el canto de los gallos, que por cierto en esta parte del mundo es diferente en vez del típico quiquiriquí es algo más parecido a kikiriggue, pero que quiere decir exactamente lo mismo.

2 comentarios:

  1. Hay que visitar Laos antes de que cambie. Lo que comentas al principio se lo he oído a otros viajeros: en Laos pasan completamente de ti, ni siquiera te dan la brasa cuando quieres comprar algo. Quizás sea por la legendaria calidad del cannabis local o porque allí haya funcionado el socialismo, el caso es que encontrar un sitio así viajando por Asia es una bendición. Por otra parte comentas que "Ponemos fin a nuestra estancia en Vietnam con una última discusión con el conductor del minibús" ¡Amigo Rober, cómo me alegro de que a pesar del tiempo y la distancia sigas siendo el mismo Rober que todos conocemos y amamos!

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  2. Estoy de acuerdo con que a Laos o al sudeste asiático en general le quedan diez años, hay dos amenazas claras: el aumento del turismo y la invasión imperialista-capitalista China, resulta sobrecogedor como están invirtiendo capital y medios humanos en su expansión hacia el Sur, el algunos sitios como Udomxai son dueños de todo el comercio local,planifican autopistas para dar salida a su produccion y manejan el cauce del Mekong a su antojo. El siglo XXI habla chino,¡que miedito dan!

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